(Valcarcel, p 647)
EPITAFIO DE SU SEPULCRO
En esta tumba se halla quien goza de la luz divina,
llamado Domingo, de nombrada fama,
a quien Cristo envió al mundo como espejo de perfección,
para animar a los buenos y corregir los malos.
Cuando el inicio del invierno da el solisticio a la tierra
es arrebatado al mundo y se une al Señor.
Defienda éste su grey, que con mente segura le es fiel
y guiando ahora a los suyos, los lleve después hasta el cielo.
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